lunes, 8 de abril de 2013

Despertar


Despertar
entre tambores de guerra
sin potencia creadora que te asista
ni bendiga
sería simplemente insoportable.
O no.
Bastaría despreciar tanta impudicia;
desoír a quien te adula
y a quien te brama;
sentarte solo en el viento,
los pies colgando,
y asomarte a tus sueños
mientras el mar bate espumoso la quilla de tu barco
y la distancia te acerca por fin
a quienes amas.
Ese es siempre el destino
-no lo olvides-;
que todo lo demás es puro instante,
golondrina hermosa en su silbar
y precisa y voraz en cada vuelo;
pero mañana no estará y ésa es su esencia.


2 comentarios:

  1. tiempo y mas tiempo....eso es lo que precisa (y no tiene) Vitelio

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  2. Mas si lo que importa es el camino,
    no ha de ser todo ni el origen ni el destino.
    Compra tiempo, Vitelio,
    para recorrerlo como se merece.

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